domingo, 3 de febrero de 2008

No quiero llegar tarde…


Quiero acompañar este post, con una de las pocas cosas que me gusta hacer, me gusta tirarle fotos al cielo, apreciarlo tal como Dios nos lo regala, cada día Él se bota y nos da una obra de arte que a veces pasamos por alto. Es una de las cosas que me alegran la vida, cuando hay tantas otras que si nos dejamos llevar nos la amargarían… Esto es para los bohemios wannabe, como yo…

No quiero llegar tarde… tengo que volver, por eso quiero quedarme para no llegar tarde. Pero, ahora debo irme porque no es el momento de estar ahí. No me quiero ir, no quiero llegar tarde, mejor aseguro que vuelvo y me voy.

Si aseguro mi vuelta y me voy, no importaría tanto que llegara tarde porque de todos modos voy a volver. ¿Qué tal si mi supuesto momento de estar ahí no existiese? Entonces asegurar sería en vano. Eso no cae en mis manos, sólo puedo asegurar y estar… en manos ajenas está que mi momento llegue…

No quiero llegar tarde, quiero quedarme para no llegar tarde. Pero, me voy, ahora no me toca. Me voy aunque pueda llegar tarde o la puerta ni siquiera se abra…

No hay comentarios: