lunes, 17 de mayo de 2010

Borrachera y resaca


Es lamentable cuando hay alguien que nos provoca una borrachera de recuerdos y al otro día hay que despertarse con la resaca de la realidad. De lo doloroso que es pensar que esos recuerdos son sólo eso. De por más vueltas que se le quiera dar al asunto, volvemos a caer en cuenta de lo que un día fue, no volverá a ser jamás...

Nos cuesta mucho aceptar que hay momentos que no pueden repetirse, pero es que las condiciones han cambiado, ya son otras las circunstancias, otros intereses, otras compañías, otros tiempos. Llega el momento en que nos preguntamos como niños, ¿por qué esto no puede volver a ser como antes? ¿por qué es tan difícil aceptar la nueva situación? ¿por qué sólo a mí me importa?

Todo esto nos viene como un dolor de cabeza, un desánimo total. Es un estado donde no podemos intervenir, porque no sólo depende de nosotros... Es como una tormenta de decepciones, de desilusiones, que con su diluvio puede desbordar cualquier dique de razón. Esta borrachera de nostalgia nos persigue y nos deja un sabor agridulce; dulce por la felicidad de los recuerdos y agrio por pensar que ya no están al alcance de nuestras manos.

Y este sabor agrio que nos persigue, que se radica para no ser olvidado, el que nos enseña a madurar y a aceptar que en ocasiones no hay mucho que se pueda hacer, sino sólo morder duro y continuar... Continuar resacados, continuar a como dé lugar, pero continuar...

3 comentarios:

Nicky dijo...

No me gustan la resaca :/ jesu

Unknown dijo...

Bebete un Bloody Mary con muuucho clamato - mejor si es jugo de tomate de verdad - y nada mas un shot de vodka... se te pasma el jumo (y/o la resaca) de una vez.
Despues comete un pedazo de bizcocho y endulzate la vida miamol!

Anónimo dijo...

Por mas dura que nos parezcan las vivencias de la vida... "La vida siempre continua" nunca Dios que es un padre todo amor nunca permite que sus hijos tengan vivencias que no sean capaces de afrontar. Son experiencias que nos ayudan a crecer y madurar.